Justifica tu respuesta

Estos días le estoy dando vueltas a esto de las elecciones, porque claro, una se encuentra fuera de España y no tiene tele ni radio ni nada, pero aun así, entre la gente que me dice cosas y Twitter/Facebook pues se me pega este espíritu de incertidumbre, cambio, de momento importante...


Antes de nada, he de decir que a mí todo esto me viene grande. Que la política me parece un gigante incontrolable, un coloso del que todos creemos saber y del que todos participamos y nos quejamos, pero a la hora de la verdad... tendríamos que vernos metidos en el marrón, a ver qué pasaba. Yo apenas me atrevo a opinar porque considero que no sé casi nada. Dirigir y organizar una ciudad me parece ya complicadísimo, no hablemos de una comunidad o de un país entero. Sobre todo en temas de economía... Se me escapa. ¿Cómo se lleva una idea a la realidad? ¿Cómo se transforma en medidas concretas que se puedan aplicar de verdad a todo un país y que funcionen, mejor o peor? No sé, me parece todo tan abstracto. No creo que todo esté en el poder del partido que gobierne, hay tantas variantes...

Así que sí, estoy perdida. Leo los programas y hay medidas que me gustan en varios partidos, y otras que no, pero rara vez soy tajante. Me cuesta decidir porque me parece que no tengo la capacidad suficiente como para darme cuenta de las repercusiones reales de las medidas. Me cuesta creer que haya gente capacitada para dirigir un país.

Y entonces caigo en algo que es como para echarse a llorar. Yo soy una persona con estudios, con dos dedos de frente, responsable y que, sobre todo, no tiene abuela SE HA LEÍDO LOS PROGRAMAS ELECTORALES. A esto añadamos que, dado que estoy en el extranjero, no me bombardean ni la tele, ni la radio, ni los periódicos, así que estoy mucho menos manipulada que la mayoría. Y estoy en una especie de burbuja social, porque la mayoría de mis amigos y de la gente con la que hablo encaja en esta descripción en mayor o menor medida, así que tiene unas ideas parecidas a mí (independientemente de que vote lo mismo o no). Y acabo de decir que considero que no estoy del todo informada y que no acabo de estar segura de que mi voto sea o no el correcto.

¿Qué pasa entonces con el resto? Esa gente que no se ha dignado leer ni un puñetero programa, ni una página, ni siquiera un resumen, una comparativa de partidos. Esa gente que se guía por las encuestas, por los medios, que no tiene pensamiento crítico. Esa gente que vota por inercia, ya sea a lo de siempre porque es lo de siempre o a lo nuevo porque es nuevo. Esa gente que tiene miedo al cambio o que se pasa de radical. Esa gente que vota tan segura y que habla de política como si fuera una cosa simple y además ellos fueran expertos. Esa gente está votando y su voto tiene el mismo valor que el mío. ¿Cómo puedes votar sin leerte los programas y tener la conciencia tranquila? Da miedo.

Podréis pensar que me considero superior al decir que mi voto no debería valer lo mismo. Por supuesto es lógico que valga lo mismo. Lo que no es lógico es que la gente haga algo tan importante tan a la ligera. Yo llevo días leyéndome los programas, buscando información y reflexionando, y habrá gente que va a votar toda su vida al mismo partido, o al que le ha dicho fulanito, o al que más sacan por la tele. Lo peor es que ese tipo de personas a mí me queda un poco lejano, no me acuerdo nunca de ellas y me parece que son pocas. La minoría. Pero luego salgo de mi burbuja social y caigo en la cuenta de que no son pocos. Son la mayoría, me temo. Y resulta que mucha gente que razona su voto no puede votar porque está fuera de España.

Porque esa es otra, qué bien les viene a algunos que los expatriados no voten. Estoy segura de que más de uno votará al PPSOE porque tiene que haber de todo en este mundo, pero la gran mayoría no los queremos ni en pintura, así que es muy conveniente que haya plazos cortos, que sea muy difícil ir al consulado ya sea por horarios o por ubicación, que casualmente las papeletas no lleguen a tu casa... Por muy pendiente que estés y mucha voluntad que tengas, si las papeletas no llegan, apaga y vámonos. Que estamos en el extranjero y podríamos desentendernos, podría darnos igual todo este rollo de las elecciones. Pero a muchos no nos da igual y nos lo ponen difícil.

Yo soy una de personas expatriadas que se había resignado a no votar, por mucha rabia que me diera. Por desinformación sobre todo (por ausencia más que porque no buscarla bien; aunque en este preciso momento acabo de encontrar algo muy útil sin buscarlo -.-") y por tema de horarios. Y entonces apareció la iniciativa de Marea Granate #Rescatamivoto, en la que me inscribí sin ninguna esperanza ni confianza, la verdad, pero no tenía nada que perder. Y resulta que sí funcionó y además con una persona en la que creo que puedo confiar y a la que agradezco profundamente que se haya prestado a esta iniciativa.

En fin, os habréis dado cuenta de que esta entrada no tiene ni pies ni cabeza... Está mal escrita y mal hilada, pero es que realmente no quería sacar ninguna conclusión. Solo dejar por aquí los pensamientos que me asaltan estos días y la pena que me da que tantas papeletas vayan a la urna poco más que al azar.

Toda la vida con el "justifica tu respuesta" del instituto y pa qué...

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